Acapara un porcentaje enorme de conversaciones, pensamientos y en definitiva, de tiempo en nuestro día a día. Y es verdad que en el contexto en que vivimos, se nos hace casi imposible imaginarnos una vida sin sexo. Incluso creemos que una relación sin sexo (incluso con sexo pero si poco satisfactorio) no tiene mucho futuro. Estamos en una sociedad hipersexualizada, y el pensamiento falocéntrico y la penetración como tal dominan también la esfera mental sexual de muchos y muchas, por desinformación, por medios que hacen más mal que bien (priorizando en prototipos, en ideales absurdos) y por el boca a boca errático de casos muy concretos que buscan generalizarse y que tanto deforman la realidad.
Pero si yo definiera al sexo como se merece y con la enorme importancia que tiene, (porque la tiene) diría lo siguiente:
El sexo es el motor del mundo, es la garantía de supervivencia de la especie, el cargador para que nuestra batería no se gaste. Es cocernos a fuego lento o bien quemarnos con el fuego más intenso y rápido. Son tejidos que se dilatan para posteriormente contraerse. Es un exceso de sangre momentáneo, un permiso para propasarse. Es «EL» baile erótico si es en pareja o grupo o grandes sólos de música sensual. Es en ocasiones, una vida en potencia. El sexo son muchas formas de expresarnos. Es CRISPACIÓN en sus dos acepciones, si uno tiene la ilusión de tener y no tiene (en el sentido de irritación o desesperación) o si lo lleva a cabo (en el sentido de contracción muscular). Son elecciones que hacemos y ¿por qué no decirlo? son apuestas por otras personas, salvo que te de un poco igual con quién hacerlo. Es pulsión de vida liberada, es la progresión del deseo y la excitación, el paso por la línea de meta… es la plenitud del alma.
Es la razón de ser de muchas personas que sin él no verían un sentido a la vida (desde personas verdaderamente apasionadas, a otras que simplemente están vacías y sólo ven en la vida sexo…sexo…sexo) y es el sustento de algunas parejas que se refugian en un buen sexo para justificar acciones injustificables y no buscar otra pareja mejor. Es el eje de muchas conversaciones de nuestro día a día (tan incrustado en nosotros desde niños) siempre queriendo saber los últimos rumores de parejas, cotilleos sexuales, dudas sobre sexo, saber acerca de relaciones de gente con la que ni siquiera nos llevamos (porque en sexo, ¡todo es poco!), y no sólo de ahora, sino que queremos conocer sus historias del pasado, simples líos, nuevas relaciones, si tiene gustos diferentes a los convencionales… Siempre con especial interés a quien nos llama la atención.
El sexo es un juego, un intercambio de ADN (o no), es placer y para quien sabe disfrutar de sensaciones más intensas, también puede ser dolor. El sexo es llevar el cuerpo a un límite, un acúmulo de energía que a veces termina liberándose y otras persiste dentro. El sexo es subir la temperatura, es un ejercicio aeróbico y a veces, anaeróbico. Es taquicardia de la buena. Es una banda sonora de respiraciones aceleradas, jadeos, risas y orgasmos y también son los cristales ahumados de un coche y los azotes del viento o la lluvia que buscan unirse a nosotros.
¿Habéis intentado definir un orgasmo? ¡Joder!, parece imposible. Todo se vu
elve ininteligible y enrevesado cuando hombres y mujeres explican lo que cada uno siente al correrse. Es gracioso como un hombre intenta (sin éxito) comprender la sensación de los orgasmos femeninos o simplemente la forma de excitarse del sexo opuesto o cuando una mujer intenta comprender al hombre y como es su sensación al llegar al orgasmo.
Y es que aunque todos tengamos una sensación similar; es muy complejo exp
resarla del todo, por su calidad de matices, por su enorme escala de grises. Para mí, un orgasmo sería algo así como un pellizco interno sostenido el tiempo justo, contracciones voluntarias durante el sexo e involuntarias al finalizar, es el drenaje del exceso (de líquido y energía), es una electrocución de bajo voltaje, es otra forma de muerte dulce, es una descarga transitoria. Es también digno de mención ese nivel de excitación que precede el orgasmo y esa sensación de «abandono» sexual y ese posterior espasmo enérgico, las convulsiones de lujuria, (también de amor), son calambres musculares rítmicos, es liberación de energía sexual. Es la definición imposible
Y, ¿con quién hacerlo? Tengamos la identidad u orientación que tengamos, todos tenemos prototipos que son más acordes a nuestra propia experiencia y los gustos que hemos desarrollado, pero luego los derribamos y sentimos atracción por gente que nada tiene que ver, o que es incluso al revés. ¿Y por qué ese «aparente» sinsentido? Díganmelo ustedes. Supongo que: 1) porque los gustos cambian 2) porque la psicología enamora y pasa el físico a un segundo plano 3) Porque a veces el morbo nos empuja mas fuerte que nuestras ideas preconcebidas 4) porque aprendes y descubres algo que antes desconocías y que ahora pasa a un primer plano 5) ¿desesperación? que nos haría ser poco exigentes a la hora de elegir 6) etc… etc… etc.
Pero no me gustaría frivolizar. Francamente el sexo también tiene disgustos, complejos, renuncias, dramas, dificultades verdaderas. Pero bueno, hay muchas formas de excitarnos haciendo lo que nos gusta e incluso de proyectar nuestro sexo en todos los ámbitos de nuestro día a día: en nuestra comida, nu
estro trabajo, en nuestro deporte, en nuestro instrumento musical, en nuestra forma de amar. Y punto.
El placer se construye de la interacción de la mente y los sentidos, creando 1) las sensaciones y las percepciones, también 2) de intercambios de ideas, gestos y palabras, 3) de fantasías, 4) de expectativas, 5) de los hechos y 6) en un marco determinado, simbólico y singular.
Son muchos contextos los que nos dan placer, aunque esté bien corroborado que una de las cosas que más placer da es intentar y sobre todo CONSEGUIR ayudar a los demás. ¿Y por qué no, también, ayudarlo a conseguir un orgasmo? En cualquier caso, que no sea por formas de encontrar placer. Eso no quita, claro está, que el sexo fue, es y será, el origen de todo y la razón de casi todo.
Como siempre, dejo un par de frases de famosos (algunas polémicas y discutibles) que me parecieron curiosas. Quien quiera puede comentar abajo o directo a mi correo (así nació esta entrada… Gracias Raquel por pedirme escribir sobre Sexo así en general, al final dio sus frutos).
«El sexo es una amenaza en ambos sentidos». Franklin P. Jones
Recuerdo la primera vez que tuve sexo. Y aún conservo la receta». Groucho Marx
“Las mujeres son capaces de fingir un orgasmo, pero los hombres pueden fingir una relación entera”. Sharon Stone
«Las mujeres necesitan una razón para tener sexo.Los hombres sólo un lugar». Billy Crystal
«Para las mujeres, el mejor afrodisiaco son las palabras. El punto G está en los oídos, y el que busque más abajo está perdiendo el tiempo”. Isabel Allende
Vivamos nuestra aventura 